fragil Admin
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| Assumpte: Caramel, un bon film Dv 28 Mar 2008, 23:21 | |
| Caramel, es una mezcla de sabores La realizadora Nadine Labaki logró un retrato femenino de la vida entre dos mundos.
Mujeres al borde de un ataque de nervios..., pero a la libanesa. Un panorama bastante atípico -y hasta sorprendente- para una escenografía que a primera vista cualquiera asocia con la guerra o la devastación social. Tal vez, con el propósito de romper ese lugar común y, de paso, mostrar que la vida cotidiana de las mujeres no tiene allí demasiadas diferencias respecto de lo que ocurre de este lado del mundo, Nadine Labaki se puso al frente (delante de las cámaras y detrás de ellas) de un proyecto que, a partir de su exitosa presentación en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes 2007, despertó cierta curiosidad internacional por lo que ocurría con el cine del Líbano.
Caramel , cuyo estreno en la Argentina anuncia Alfa Films para el próximo jueves, es hoy el título más difundido de la más reciente producción cinematográfica libanesa, de la que casi no teníamos noticias hasta la visita a nuestro país, en noviembre de 2007, de Ghassan Abu-Shakra, director de Asuntos Cinematográficos, Teatrales y Exhibiciones de ese país, para sumarse al jurado del primer festival San Luis Cine.
"En el Líbano, se rueda anualmente un promedio de 60 largometrajes y allí poseemos todos los adelantos técnicos en la materia", señaló el funcionario antes de anunciar en San Luis la firma de un convenio entre el polo cinematográfico de esa provincia y su país, para coproducir largometrajes.
Poco antes, Abu-Shakra había dicho que se sabe mucho más en el Líbano de la Argentina gracias a la pantalla que a la inversa. Pero en este caso, la clave es la televisión. "En mi país se ven 12 horas diarias de telenovelas argentinas, pero ninguna película", admitió el ejecutivo.
Salvando las distancias, el estreno local de Caramel -que se llevó en San Luis, además, el premio a la mejor ópera prima- aparece como una pequeña compensación. Un film, cuyo título también puede acercarnos un equívoco, aclarado por la propia Labaki: " Caramel es la receta para preparar lo que las mujeres libanesas utilizan al depilarse: una mezcla de azúcar, limón y agua. He intentado aderezar mi película con esa misma mezcla de sabores", dijo la realizadora a la prensa española cuando presentó la película en la península.
Dueña de unos ojos bellísimos y una figura que difícilmente pase inadvertida, Labaki es en el film -coproducido con Francia- la expresión más directa de una sensualidad que recorre la película a partir de su eje argumental: los conflictos, los sueños y las expectativas compartidas por cinco mujeres en un salón de belleza ubicado en el centro de Beirut, presentada como una ciudad cosmopolita, moderna y sin huellas visibles de la guerra que volvió a manifestarse allí con toda crudeza, apenas una semana después de la finalización del rodaje.
"Yo quería mostrar que existe un Líbano moderno, que choca con la visión segmentada y politizada que se tiene de los países de Medio Oriente", agregó la realizadora, que deliberadamente eligió omitir cualquier referencia a la situación política y bélica que soporta su país desde hace muchos años.
En cambio, prefirió poner el foco sobre temas mucho más delicados para los personajes femeninos: la homosexualidad, el amor prohibido con un hombre casado, el temor de no llegar virgen al matrimonio. "Todos estos temas, sobre todo el lesbianismo, son a priori muy complicados de tratar en el contexto de una sociedad islámica. La película aborda varias situaciones que pueden ser vistas como tabúes, pero siempre de modo sutil y sin la intención de ir al choque frontal. No es mi estilo", precisó la directora, cuya popularidad en Medio Oriente se apoya en una extensa carrera como directora de videos musicales para artistas muy populares.
Luego de recibir elogios en Cannes, desde cuyo mercado se logró vender la película a unos 30 países, Caramel se estrenó en el Líbano, donde fue vista por más de 160.000 personas a partir de un lanzamiento que, según la prensa local, sólo estaba reservado hasta allí a las superproducciones de Hollywood.
A los 32 años, a partir de la repercusión de esta película, puede abrirse para Labaki una promisoria carrera internacional, sobre todo en Francia, donde la película alcanzó el medio millón de espectadores.
"La mujer libanesa -concluye Labaki- se mueve entre dos mundos: la cultura occidental con su imagen de emancipación, y el universo oriental, con todas sus tradiciones. El Líbano siempre fue considerado un ejemplo de apertura y liberación, pero algo así no ocurre en todos los casos. Yo misma represento esa tensión y quise contarla, pero sin abrir juicios terminantes y con ánimo festivo. Lo que cuento son historias de todos los días con mujeres y para las mujeres."
Notícia extreta de LaNación: http://www.lanacion.com.ar/entretenimientos/nota.asp?nota_id=998080. | |
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